Un hipnoterapeuta debe tener una buena base de conocimiento, de cultura psicológica centrada en la diversidad psicoterapéutica.
No seguir dogmáticamente ninguna escuela o teoría, ni fórmula rígida de concebir el psiquismo humano y sus componentes. Personalmente me parece absurdo “vender” hipnosis rápida o hipnosis “fulminante” para intentar solucionar problemas a los pacientes, ya que esto es imposible.
Cada hábito, miedo, complejo o cualquier conducta negativa que queramos sanar desde el estado de trance hipnótico requiere de un tiempo, de un tiempo para explicarlo, comprenderlo y solucionarlo pasa a paso… como la semilla plantada en tierra húmeda y fértil que precisa su tiempo, su tiempo el preparar la tierra, su tiempo el quitar las malas hierbas y sembrar buenas semillas según el fruto que se pretenda recoger… La naturaleza no da saltos.
Cualquier persona medianamente inteligente y con un mínimo de sentido común, puede pensar que si utiliza un método rápido que le prometa curas milagrosas tiene que ser fantasía o mentira por la propia naturaleza de la psique humana. Sobre todo si esa curación viene de fuera a través del “experto terapéutico” con sus cursos de “milagros” y demás zarandajas.
El tiempo dedicado a resolver ese problema, analizarlo, cometer errores en el análisis y enfrentarse a las resistencias que siempre surgen, es de obligatorio tránsito en todo intento psicológico para cambiar esos “programas mentales”: miedo, fobia, baja autoestima, etc. El aprendizaje y la madurez psicológica advienen como fruto y resultado final del proceso de investigar, caer y levantarse y así aprender.
El “profesional” o embaucador que promete “terapias cuánticas-milagrosas” está privando al “paciente” de ese aprendizaje, le está impidiendo su propio desarrollo y evolución como persona...
Eso sería como si un profesor de escuela resolviera las ecuaciones matemáticas, en lugar de enseñarle a su alumno a resolverlas por sí mismo.
Es lo que hace la medicina convencional (la oficial), porque en lugar de ayudarte a comprender el porqué de muchos de los problemas, dolencias y enfermedades psicosomáticas que a veces nos aquejan y cuya etiología es psico-somática, nos vuelven más ignorantes todavía, lo resumen todo a cuestiones fisiológicas; y con la pastilla de turno alargan la dolencia, duermen o disfrazan los síntomas, no solucionan ni nos enseñan a darnos cuenta del componente mental-emocional-psicológico de la gran mayoría de los síntomas y nos convierten en drogadictos de esas medicaciones que, todas y sin excepción, tienen o producen efectos secundarios. La falta de conocimiento del aspecto psicológico en todas las dolencias, especialmente en el terreno de lo psico-somático es deplorable en la ciencia médica en general y en la psicológica en particular.
Es de lógica pensar que para que haya transformación y liberación de esos problemas tiene que haber un cambio en el estado de la conciencia.
“Cambia tu forma de pensar y cambiarás tu mundo”.
Eso es lo lógico y eso lleva su tiempo. Todo tiene su tiempo. La curación o liberación de un miedo o fobia, viene precisamente por tu propia capacidad de discernir, reflexionar y transformar tu propio pensamiento, tus propias creencias y como resultado final de tu auto-análisis o psicoanálisis, de tu comprensión y análisis cognitivo-conductual, se procesa y viene un cambio de creencias. Eso es lo que al final del proceso permite un re-encuadre y nueva formulación de objetivos.
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