Aprendiendo a pescar (I)

"Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida".

Proverbio Chino

Realizar psicoterapia es un arte que no cualquiera puede realizar satisfactoriamente. La mayoría, porque no han realizado antes su propio "psicoanálisis".

Porque cualquiera no comprende cuál es la verdadera labor del que intenta sanar y servir de guía al que demanda su ayuda. A veces, creyendo beneficiar por dar algo, en realidad se perjudica al retardar o impedir la solución auténtica. Esta solo puede venir de la comprensión interior del que tiene el problema y a través de una específica labor de exploración psicoanalítica.

Dar una explicación teórica acerca de la causa del problema que un paciente tiene no es suficiente. A la gente necesitada de ayuda profesional hay que enseñarle a manejar por sí mismo/a su propio cerebro, su propia mente y sus funcionalismos psíquicos o psicológicos. No se trata de darle una pastilla como hace el médico de turno y "mañana se te habrá quitado el dolor de cabeza". Hay que enseñarle cómo realizar el proceso para generar el cambio y que eso permita evolucionar en su proceso interno.

Nadie cura nada a nadie, ni el mismo médico te cura. En todo caso, es la acción química de la pastilla de turno que el clínico suele recetar. Eso es todo. El cirujano extrae el tumor, la parte que está mal dentro del organismo, luego cose y es la misma naturaleza la que restablece la salud. No se trata de poner un parche. La acción terapéutica abarca lo bio-psico-socio-espiritual. No hacerlo así es simplemente hacer algo a medias. Para ello es menester tener una visión transpersonal del psiquismo humano.

El terapeuta debe educar, enseñar y capacitar al paciente para que, por sí mismo/a, piense, razone y entienda... es decir, sea consciente de cómo puede solucionar sus problemas y carencias. No basta con teorizar y explicar según la particular teoría del "profesional" de turno acerca de la causa del problema. Hay que saber cómo hacer y qué hacer en el presente el cambio que nos conduce al futuro, valiéndonos de las experiencias-recursos del pasado.

Enseñar a pescar es lo sabio. Dar el pescado únicamente es condicionar al paciente a que necesite reclamar una y otra vez el auxilio del "profesional". Ha creado una persona dependiente del profesional y de su visión teórica. No le está permitiendo descubrirse a sí mismo/a y liberarse.

Enseñar a pescar a alguien es hacerle dueño de sus propios recursos, a utilizar sus potencialidades, a valerse, a ser autónomo de verdad. A ser independiente. Si solo le interpretas sus síntomas y le dices que es "por el conflicto con su abuelo paterno"… o que tiene que ver su “árbol genealógico”, o cualquier otro sistema de estos, ya no es el individuo el que descubre su potencial para realizar cambios internos y externos en su vida. Ya no piensa por sí mismo/a. Ahora teoriza en función de lo que el "clínico" le ha dicho. Y si consulta cinco “profesionales” diferentes le darán otras tantas explicaciones de sus síntomas o problemas y por supuesto, cinco formas diferentes de cómo solucionarlo. El pobre paciente puede terminar más confundido aún.

Incluso, si ésa es la creencia del terapeuta, puede llegar a creer que su problema se debe a un implante extraterrestre o marciano o algo así que tiene y eso le provoca ese síntoma. Luego, una catarsis o exorcismo truculento y... lloros, mareos, visiones y alucinaciones, taquicardias y demás crisis histéricas. Lo he visto con mis propios ojos. De locura. Pero hay gente que cree y siente eso y todo funciona en función de... ¡"eso"! Hay terapias, sanadores, médicos, gurús y alucinados para todo.
[Continúa en Aprendiendo a pescar (II)]