En el segundo módulo de mi Curso de Hipnosis y PNL me centro en la hipnosis y la autohipnosis naturalista. Exploramos en ese módulo patrones de inducción al trance inspirados por las estrategias que Milton Erickson utilizaba con sus pacientes y sobre sí mismo. El propio Erickson predicaba con su ejemplo porque pensaba que para enseñar a los demás un camino hay que recorrerlo uno mismo primero.
Y yo estoy completamente de acuerdo con ese planteamiento.
Hacer alarde de no haber sido hipnotizado nunca y de no necesitar psicoterapia sobre uno mismo es perderse una magnífica oportunidad de experimentar el trance. Es renunciar a saber qué puede sentir más o menos el futuro paciente al que estamos intentemos ayudar en su proceso de cambio.
Me lo habréis oído muchas veces. Hay que predicar con el ejemplo.
Los amigos "alumnos" que participan en mi curso (este fin de semana toca el tercer módulo del que estoy impartiendo en El Escorial) se entregan con gran entusiasmo a la ejecución de toda la amplia metodología.
Y afirmo sin duda alguna que es una experiencia altamente enriquecedora. Siempre les estoy agradecido a todos/as por la colaboración y el nivel de compromiso.
¿Hasta dónde debe llegar el profesor? ¿Hasta dónde debo llegar yo en mis cursos y talleres?
Yo creo que, como profesor, debo implicarme, realizar demostraciones in situ, en directo, de los distintos procesos del trance.
Estuve dos años diferentes en la universidad de Valencia, formándome en Hipnosis Ericksoniana y Patrones de Cambio en DBM. Fueron días y horas de asistencia al centro de la universidad, con tres protagonistas clínicos y académicos dando clases, cada uno en su labor o cometido. Toda la teoría fue muy buena pero... jamás, ni un solo día, ni hora, minuto o segundo... jamás vi que ninguno de los profesionales se "mojara" un poco realizando directamente él/ella alguna demostración hipnótica.
Fue todo hablar (además, traducido del inglés al español) todo pura teoría.
Si soy sincero, me sentí decepcionado porque lo que vi y escuché lo podría haber aprendido leyendo algunos libros o viendo videos. Me podría haber ahorrado los varios miles de euros que me costó esa formación “académica-Universitaria”.
Estuve con grandes profesionales, de eso estoy seguro, pero en mi opinión fueron “tacaños” a la hora de demostrar que realmente saben hipnotizar directamente a algún individuo
¿Esa es la idea que tienen de formar prácticamente en hipnosis a los alumnos? Apañados estamos.
Mi abuela, que era “presocrática” decía:
“Una cosa es predicar y otra dar trigo”.
De la teoría (lo experimental) hay que pasar a lo experiencial, señores clínicos, académicos profesionales oficiales…
Eso sí, tengo en mi gabinete dos magníficos diplomas de mi formación en Hipnosis Ericksoniana y Patrones de Cambio en DBM, firmados y corroborados por la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia.
Además, la firma es de una profesora titular de la misma a la que, por cierto, entregué mi tercer libro sobre hipnosis y dedicado a ella. Le pedí que le echara un vistazo y que, desde su visión académica, me hiciera algún comentario crítico.
Han pasado varios años. Todavía estoy esperando. Eso sí, me siguen enviando publicidad para asistir a otros cursos que imparten en dicha universidad.
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