(Continúa de anterior entrada en este blog).
Thomas Kuhn, eminente historiador de la ciencia y filósofo, nos anticipa en sus estudios como un gran movimiento de seres buscan el cambio y los caminos interiores para producirlo. Kuhn describe este movimiento como algo que se dirige hacia un cambio de paradigmas.
¿Qué es un paradigma?
Constituye una visión del mundo compartida por un grupo de personas, por lo tanto tiene un carácter socializador y normativo: concepto amplio que es aceptado como verdadero y que influye sobre la interpretación de los datos. Es un modelo o esquema fundamental que organiza nuestras opiniones con respecto a algún tema en particular. Una perspectiva general de interpretar al mundo. Es la forma básica de percibir, pensar, evaluar y hacer, asociado con una particular visión de la realidad.
Los paradigmas cambian; no es lo mismo los que regían en el 2000 a. de C., que los de la Edad Media o los que regían al final de 1800 por ejemplo.
Echar un vistazo a los paradigmas de la ciencia moderna es comprobar un constante cambio de conceptos, ideas y supuestos teóricos… Por lo tanto, consideramos un paradigma tal o cual esquema o teoría mantenida por una comunidad (¿cientifica?) de individuos para comprender y explicar ciertos aspectos del mundo llamado real.
Algunos investigadores señalan que estamos saliendo del esquema conceptual de la realidad contemplada desde una visión materialista. Este esquema era más bien egocéntrico y dominador. Y desde, este movimiento, se supone que está pasando a otro que percibe la vida como una inseparable trama de relaciones. Más bien sería una nueva visión que contempla al ser humano esencialmente como un ser bio-psico-socio-espiritual. Por lo tanto, podemos concebir al ser desde una visión transpersonal del psiquismo humano.
Esto significa que este nuevo paradigma, de llevarse a buen término, nos puede ayudar a ver experiencialmente que existen procesos intrínsecamente dinámicos (formas de conciencia o estados modificados de la conciencia) las cuales articulan las normas y estructuras de nuestra vida y nuevas relaciones (formas de relacionarnos con nosotros mismos, con la naturaleza y con los demás).
La llamada ciencia no puede explicar la verdad absoluta. Mantiene algunas teorías que tratan de describir limitadamente la realidad. Es una visión general de las cosas. La verdad personal (de cada individuo) nunca es un empeño objetivo en el ámbito de la ciencia. Esta verdad es un camino propio y constituye además una revelación íntima.
Esto fue bien señalado por todos los grandes maestros espirituales. Algunos pagaron hasta con su propia vida este testimonio. Desde este orden de ideas, parece que lo que estamos buscando es realmente una íntima transformación. De llevarse a cabo (y esto lleva toda una vida) veremos también que el principio o fundamento de este próximo Taller Intensivo sobre Usos Terapéuticos de la Regresión no es simplemente la terapia referente a vidas pasadas (reales o simbólicas), sino que tiende a transformarnos personalmente.
En este acercamiento personal a los métodos teóricos y prácticos de la hipnosis regresiva, y desde esta visión transpersonal del psiquismo humano, se nos ofrece una perspectiva de transformación donde se explora la fecunda posibilidad de que estemos ligados a una pauta de conciencia psicológica o espiritual que va más allá del conocimiento ordinario.
Somos algo más que un cuerpo físico y un cerebro con sus funciones mentales. Nuestro psiquismo se extiende hacia lo transpersonal.
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