El poder del pensamiento, la imaginación y la voluntad para generar cambios en las circunstancias han sido conocidos desde la antigüedad.
¿Qué es la imaginería? La visualización. La hipnosis.
La mente es una herramienta de curación poderosa. Según piensa así el hombre es. Usando la capacidad de imaginación, podemos visualizar casi todo. Se trata de imaginar en la dirección apropiada y según la meta u objetivo a conseguir. En estado de trance o estado hipnótico se aumenta y potencia esta capacidad de usar las imágenes de nuestra mente.
Una autoimagen bien canalizada y basada en objetivos de cambio, realistas y ajustados a un estado de yo adulto y consciente, se suele utilizar como método excelente y sencillo para la autoestima.
La visualización o imaginería se usa activamente hasta en procesos sanadores y curativos de tal alcance que una rama de la medicina, la llamada psico-neuro-inmunología, lleva varias décadas estudiando, explorando e investigando la acción de la mente y sus capacidades de crear o reproducir imágenes. Porque, según sean estas imágenes y sus contenidos emocionales activadores y potenciadores de elementos químicos, hormonales, bioquímicos, etc., producen un efecto a nivel psico-neuro-biológico tan fuerte que determinan (seamos o no consciente de ello) la enfermedad y debilitamiento del organismo o el aumento del poder fortalecedor y generador de salud y vitalidad del sistema inmune.
Estudios en el campo de las neurociencias han demostrado que hay terminaciones nerviosas que conectan el cerebro con el sistema inmune. Esto evidencia la relación cuerpo-mente, hasta hace poco discutida y no aceptado por el elenco médico.
La imaginería (o visualización) es una técnica terapéutica que ha sido usada durante siglos. Mediante la creación de imágenes en la mente, una persona puede reducir el dolor y otros síntomas asociados con su condición.
Mientras más específica sea la visualización, hay más probabilidad de que resulte terapéutica.
A los pacientes se les enseña a imaginar paisajes, sonidos, olores, evocar sensaciones físicas, evocar estados y momentos de vitalidad y fortaleza física (memoria celular) sabores u otras sensaciones para crear una clase de contenidos mentales, que les grave internamente la imagen grata a los ojos de la mente.
Esta imaginería va a guiar internamente los procesos que han de llevar al logro de objetivos deportivos, escolares, profesionales, etc. (cada vez son más los deportistas, artistas, etc., que utilizan la visualización y la hipnosis para el mayor rendimiento de sus actividades).
Ésta es la labor del profesional. Si se realiza en estado hipnótico se optimizan los resultados.
Gordon, y Cols (1994) hacen referencia a cinco estudios preliminares de Psicología del deporte, en donde utilizaron la imaginaría interna y externa.
El primer estudio es el de Mahoney y Avener (1977), quienes distinguieron entre la imaginería interna y la externa en una investigación exploratoria con gimnastas de élite, donde encontraron que los gimnastas más exitosos dependían de la imaginería interna y los menos exitosos dependían más de la imaginería externa.
El segundo estudio, realizado por Rotella, Gansneder, Ojala y Billing (1980), encontró que los esquiadores más habilidosos imaginan desde una perspectiva interna, mientras los menos habilidosos imaginaban desde una perspectiva externa. La imaginería generalmente involucra un programa con objetivos y metas establecidas. A los pacientes se les guía para visualizar sus metas y trabajar hacia ellas. (Cuadernos de Psicología del Deporte, 2007, Vol 7, núm. 1)
Hoy en día se usan ampliamente las técnicas de imaginería: La imaginería guiada involucra imaginar una cierta meta para ayudar a lidiar con problemas de salud. La imaginería guiada se usa con más frecuencia como una técnica de relajación que involucra sentarse o recostarse silenciosamente e imaginarse a sí mismo en un escenario tranquilo favorito (tal vez una playa, pradera o bosque).
Otro ejemplo es el método Simonton, un método en el cual un paciente de cáncer se imagina a hombres Pac (del viejo video juego Pac Man) engullendo células malignas del cáncer. Los estudios han demostrado que la imaginería puede ayudar a la mente y al cuerpo a relajarse. Puede ayudar a manejar la ansiedad, el estrés y la depresión; ayuda a reducir el dolor, disminuir la presión arterial y aliviar la náusea y le da a las personas una mejor sensación de control y bienestar. Es usada eficazmente en oncología (Ver C. Simonton, B, Siegel…)
Es el hemisferio cerebral derecho y por extensión, el soporte anatomo-fisiológico del inconsciente el área al parecer, implicada esencialmente en todos estos procesos.
También se potencia este proceso de visualización al haber mediante la hipnosis una gran actividad de ondas alpha y theta, estas al parecer emitidas por la zona talámica, de atrás hacia adelante del cerebro. La actividad cerebral, ondas cerebrales y área del cerebro implicada, es análoga en muchos casos a la misma del dormir con sueños especialmente en la fase R.E.M. (movimiento rápido ocular) Los estudios realizados en la Universidad de Virginia por la Dra. Helen Crawford y su equipo mediante Resonancia Magnética Funcional arrojan una gran luz sobre esta relación hipnosis, visualización o imaginería.
Os dejo aquí debajo un ejercicio de visualización:
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