catarsis.
(Del gr. κάθαρσις, purga, purificación).
3. f. Purificación, liberación o transformación interior suscitados por una experiencia vital profunda.
En la anterior entrada de este blog quedó explicado la importancia del trauma (incluso desde el vientre materno) en la vida posterior de la persona. El peso de la herencia que deja el trauma marca todo nuestro devenir, aunque no seamos conscientes de ello. Y aquí es donde entra en juego el concepto y la búsqueda de la catarsis.
Josef Breuer y Sigmund Freud, iniciadores del psicoanálisis, retomaron este concepto en sus primeros trabajos y denominaron método catártico a la expresión o remembranza de una emoción o recuerdo reprimido durante el tratamiento, lo que generaría un "desbloqueo" súbito de dicha emoción o recuerdo, pero con un impacto duradero (y le permitiría luego al paciente, por ejemplo, entender mejor dicha emoción o evento o incluso hablar ampliamente sobre ello.
El secreto central de por qué algo del pasado sigue afectando y condicionando el presente lo tenemos en la naturaleza misma del inconsciente a nivel psicológico: en el inconsciente no hay futuro, no hay pasado…es atemporal, amoral, es siempre ahora, presente.
Por este motivo, dado que el inconsciente es atemporal, que no reconoce pasado ni futuro, que todo en él es presente... no presenta ni reconoce contradicciones y en él coexisten diversos sucesos antitéticos.
La expresión de los contenidos del inconsciente se realiza mediante lenguaje simbólico y se rige por el “principio del placer”, ya que busca siempre gratificación y no tolera el displacer.
Los estudiosos Aristóteles, en referencia a su concepción sobre las obras teatrales de la Grecia antigua, señalan que el filósofo entendía la catarsis como la facultad de la tragedia de redimir (o "purificar") al espectador de sus propias bajas pasiones, al verlas proyectadas en los personajes de la obra y al permitirle ver el castigo merecido e inevitable de éstas; pero sin experimentar dicho castigo él mismo.
Conforme a este planteamiento, al involucrarse en la trama, la audiencia puede experimentar dichas pasiones junto con los personajes, pero sin temor a sufrir sus verdaderos efectos. De modo que, después de presenciar la obra teatral, se entenderá mejor a sí mismo, y no repetirá la cadena de decisiones que llevaron a los personajes a su fatídico final.
¿Y en terapia?
La terapia catártica o método catártico consiste en que el efecto terapéutico buscado es una purga, una descarga adecuada de los efectos patógenos. La cura permite al sujeto evocar e incluso revivir los acontecimientos traumáticos a los que se hallan ligados dichos afectos, y lograr la descarga de éstos por las vías normales, como el llanto.
Sea como sea, la catarsis es siempre liberadora y nos permite sanar esa parte ahí atrapada y que es generadora de miedos y angustia en el presente, la liberación terapéutica solamente puede producirse cuando liberamos en el presente, en el consciente, esas energías patógenas ahí atrapadas desde el pasado.
El trauma, por muy antiguo que sea, es presente. Y es en el ahora cuando debe afrontarse.
Esto no es teoría o suposición. En la psique, en el inconsciente todo es ahora, aunque tampoco nos podemos confundir: cuando hablamos de trauma y memoria celular no nos referimos a hechos o circunstancias de otras personas con vinculación genética, porque si mi bisabuelo Eulogio se cayó de su mula Basilia fue su problema, no el mío. Al hablar de memoria celular me refiero a otra cosa.
Se entiende que los conflictos de mi madre mientras yo estaba en su útero me afectan transmitidos a través de la sangre, la placenta… pero pretender que las experiencias de mis antepasados a nivel de memoria celular me lleguen a mí y que yo apechugue con todos los desvaríos o problemas que ellos tuvieron, es un supuesto teórico sin base alguna. Otra cosa es la herencia genética.
Resumiento, que tú y solo tú eres responsable de tus conflictos y problemas, solo a ti te compete alcanzar el autoconocimiento. Tú eres responsable de tu sanación. De tu comprensión depende que sanes y te liberes de todo lo que te afecta. Solo compete a tu vida, ahora y aquí. Trauma, terapia, catarsis.
Y dejemos al bisabuelo Eulogio y a la mula Basilia que bastante les tocó sufrir y trabajar, que descansen en paz.
A cada cual, su faena...
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