Vivir es tu responsabilidad


Cada persona responde ante las sugestiones hipnóticas de diferentes maneras; muchos describen su estado hipnótico como un estado alterado o de trance, es decir, un estado alterado de la conciencia distinto -comparativamente- con el estado de vigilia habitual. 
Otras personas dicen que la hipnosis es un estado normal de su mente en el que, simplemente, tienen un mayor 'centramiento' y esto les provoca estados de calma y relajación profunda. 
En general, la experiencia de estar hipnotizado se describe como algo agradable y placentero.
Desde una visión y experiencia terapéutica, cuando el profesional de la hipnosis aclara a su cliente los falsos mitos y las ideas equivocadas, éste responde más satisfactoriamente y se deja llevar por las sugestiones hipnóticas. 
La dificultad para entrar en trance hipnótico viene dada muchas veces por los miedos y preocupaciones de perder el control, generados por esas ideas falsas tan popularizadas en general por la visión circense del espectáculo. Es evidente y demostrable que la persona hipnotizada jamás pierde el control sobre sí mismo. Por lo general permanece consciente y en control de su persona. Sabe quién es, dónde está y cuál es el propósito que persigue en esa inducción hipnótica. Salvo casos específicos donde se sugiera amnesia, siempre recuerda lo que sucedió durante trance. 
La hipnosis facilita que el individuo experimente las sugestiones sugeridas por el profesional, pero no le obliga nunca a realizarlas. Puede rechazarlas o no, según su propia voluntad, la cuál nunca está en manos del profesional, siempre es manejada por él mismo. 
Como ya se ha dicho muchas veces, toda hipnosis es autohipnosis. Me alegro de que sea así. Si fuera el hipnotizador el que tuviera el control o dominio, a mí personalmente no me interesaría la hipnosis. 
Tendría, entre otros inconvenientes, demasiada responsabilidad. 
Así que, estimado lector/a:
Asegúrate de responsabilizarte en el día de hoy de que nadie maneje tu vida, no le concedas a nadie ese poder sobre ti y tus estados de ánimo. Que nada ni nadie determine cómo has de vivenciar el día de hoy, que nadie tenga el poder de sacarte de tu centro de equilibrio y crearte malestar, ni llevarte a un estado de conciencia negativo, de angustia o que te haga sentirte inferior. 
Sé tú mismo/a... atrévete y no dejes que ningún energúmeno decida por ti cómo has de sentirte en el día de hoy... 
¿Y mañana? Está por venir y no sabemos qué nos deparará...
¿Ayer? Ya pasó y no puedes cambiar ni un punto, ni una coma de cuanto pasó... 
Sólo tienes hoy como un regalo que el Universo te concede. Depende de ti cómo lo vivas. No delegues en nadie, es tu responsabilidad.

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