Retomo en este blog unas reflexiones que realicé hace unos días en Facebook, referidas a la reencarnación.
Nadie puede demostrar que exista la reencarnación, nadie puede demostrar que no exista... los debates, discusiones y controversias son propios de gente incapaz de bajarse a la realidad psicológica de sí mismo y explorar en el único terreno o territorio donde, tal vez, pueda hallarse una respuesta incontestable: en el propio espacio psicológico, en su propio inconsciente.
Todo lo que somos y todo lo que potencialmente podemos llegar a ser, está ahí, dentro de uno mismo. Y si no lo encontramos dentro no lo encontraremos jamás fuera.
No nos iluminamos más imaginando o fantaseando figuras de luz o ángeles que bajan del cielo para llevarnos volando a las vidas pasadas, no, sino iluminando con la propia luz de la conciencia ese lado ignoto, desconocido y tan cercano a nosotros mismos.
Hay gente que en unos minutos de trance hipnótico recuerda, evoca y hasta siente esas vidas anteriores desfilar ante su imaginación y visión interior. A otros nos cuesta semanas, y hasta meses de exploración e investigación diaria. Pero tengo muy claro que con el método por excelencia, la hipnosis, es posible.
El tiempo no importa, pero si importa la motivación: por qué y para qué queremos recordar y qué utilidad práctica le daremos a eso recordado. Si queréis seguir explorando este apasionante campo de la hipnosis y las regresiones, los próximos 25 y 26 de octubre estaré en Gran Canaria. Puede ser una magnifica oportunidad para darnos respuestas personalmente.
“La regresión hipnótica está dirigida a aquellos que creen saber. A quienes saben que no saben, y a aquellos a quienes les mueve el deseo y la voluntad de conocerse a si mismos”.
(R. Woolger)
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