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En 1951 un neurocirujano canadiense llamado Wilder Penfield hizo notables descubrimientos relativos a los fenómenos perceptivos mediante una serie de experimentos.
Penfield estimulaba la corteza temporal del cerebro con una sonda galvánica.
Entre los estudios importantes que realizo este científico figuró el demostrar que en el cerebro se graban y evocan juntos los acontecimientos y los sentimientos.
Es decir, cualquier hecho observable es registrado junto a un sentimiento y, al evocarse, siempre aparecen juntos.
Un niño en la escuela, aprende que dos más dos son cuatro, pero eso va acompañado de un golpe de regla que el profesor le da por torpe. El aprendizaje en este caso de las matemáticas va acompañado de una serie de impresiones, olores, gestos, imágenes, sensaciones y dolor, etcétera.
Todo pasa al Hipocampo que lo almacena para utilizarlo…
Un día, meses, años después, el adulto recuerda –por asociación– cómo aprendió que "dos más dos son cuatro" y evoca y siente todas las demás sensaciones, el miedo, el dolor, la vergüenza y rabia.
Así es como funciona nuestra memoria celular, porque las células aprenden de todo eso actuando en consecuencia, ya que el Sistema Nervioso Autónomo no distingue la realidad de algo imaginado en sus más mínimos detalles.
Por lo tanto, buscando un sistema más rápido de análisis, el Dr. Eric Berne se planteó que la conducta de una persona está notablemente influida por las experiencias grabadas junto a sentimientos de la infancia. Concluyendo que la relación entre dos personas adultas, dependen de los hechos pasados por cada una y la manera de exteriorizarlos. Por lo tanto, se dan transacciones entre ellas que dependen de la personalidad de cada uno y esta se ha formado esencialmente en los primeros siete años de la vida en el hogar paterno por ejemplo.
En resumen, memoria celular y aprendizaje con emociones. Debemos estar atentos y reflexionar sobre lo que aprendemos, pero también cómo lo aprendemos.
Penfield estimulaba la corteza temporal del cerebro con una sonda galvánica.
Entre los estudios importantes que realizo este científico figuró el demostrar que en el cerebro se graban y evocan juntos los acontecimientos y los sentimientos.
Es decir, cualquier hecho observable es registrado junto a un sentimiento y, al evocarse, siempre aparecen juntos.
Un niño en la escuela, aprende que dos más dos son cuatro, pero eso va acompañado de un golpe de regla que el profesor le da por torpe. El aprendizaje en este caso de las matemáticas va acompañado de una serie de impresiones, olores, gestos, imágenes, sensaciones y dolor, etcétera.
Todo pasa al Hipocampo que lo almacena para utilizarlo…
Un día, meses, años después, el adulto recuerda –por asociación– cómo aprendió que "dos más dos son cuatro" y evoca y siente todas las demás sensaciones, el miedo, el dolor, la vergüenza y rabia.
Así es como funciona nuestra memoria celular, porque las células aprenden de todo eso actuando en consecuencia, ya que el Sistema Nervioso Autónomo no distingue la realidad de algo imaginado en sus más mínimos detalles.
Por lo tanto, buscando un sistema más rápido de análisis, el Dr. Eric Berne se planteó que la conducta de una persona está notablemente influida por las experiencias grabadas junto a sentimientos de la infancia. Concluyendo que la relación entre dos personas adultas, dependen de los hechos pasados por cada una y la manera de exteriorizarlos. Por lo tanto, se dan transacciones entre ellas que dependen de la personalidad de cada uno y esta se ha formado esencialmente en los primeros siete años de la vida en el hogar paterno por ejemplo.
En resumen, memoria celular y aprendizaje con emociones. Debemos estar atentos y reflexionar sobre lo que aprendemos, pero también cómo lo aprendemos.
Desde luego que sí. Muchas gracias
ResponderEliminarSomos personas que soñamos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo!!
ResponderEliminarQue ganas de empezar el curso en Zaragoza!!
Un gran saludo
Eso es Ramón.
ResponderEliminarAllí nos vemos, Marina.
Tambien Echart Tolle, nos hablo del cuerpo del dolor, o de la memoria asociada a nuestros antepasados que podemos encontrarla mediante las constelaciones familiares, o en tu caso Horacio por la hipnosis regresiva
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