Foto de Lau_Lau Chan (www.flickr.com). |
En los últimos tiempos, a los profesionales clínicos dentro
del campo de la hipnosis les gusta dividir los métodos de inducción en dos
categorías: por un lado la hipnosis clásica o formal y, por otro, ese conjunto
de métodos de inducción llamados ericksonianos o naturalistas.
Con el tiempo y la práctica el profesional de la hipnosis
terapéutica debe llegar a saber cuándo utilizar uno u otro de estos sistemas y
cómo combinarlos para potenciar y amplificar los efectos de ambos.
En ocasiones el mismo problema que tratamos de solucionar (bien
sea dolor, malestar o cualquier síntoma intenso) se puede convertir en el foco
de atención que servirá para producir la hipnosis.
A algunas personas operadas de cáncer les ocurre que el
dolor, la angustia o la ansiedad que sufen les impiden completar una relajación
clásica en base a la relajación. La angustia y el dolor contrae de tal manera
su cuerpo o zona enferma que es muy difícil disociarlas para que se concentren
en las imágenes que les son sugeridas.
Entonces es más efectivo trabajar desde ese dolor, desde
esos sentimientos negativos.
El dolor puede visualizarse como un ente, una sustancia, un
objeto con el que poder dialogar.
“¿Qué buscas en mí? ¿Para qué te manifiestas en mí? ¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?”
Además de aprender de su propio dolor, el paciente logra
poco a poco ir disociándose de él.
La mente es la fuerza que nos moldea y nos construye.
Cada vez que utilizamos la herramienta del pensamiento damos
forma a nuestra realidad. Creamos mil alegrías o mil males.
Estimado compañero y amigo, me parece muy inteligente la propuesta de combinar las tecnicas a efecto de lograr controlar o manejar el dolor, esto lo afirmo porque estoy atendiendo con terapia paliativa a una persona y he encontrado esa dificultad cuando se le hace agudo el dolor, gracias por aportar bastantes ideas apoyadas entre otras cosas en la dilatada experiencia que tienes y que compartes sin egoismo ni cortapisas, te mando un abrazo fraternal y entusiasta.Atentamente Ruben Sierra
ResponderEliminarQuerido amigo Rubén:
ResponderEliminarEs un imperativo superior de la conciencia transmitir a otros aquello que uno ha recibido también por parte de los que nos precedieron en el camino...
'Nada nuevo hay bajo el sol'.
Magnífica esa forma tuya de entender el proceso.
Un fuerte abrazo.
Reconocer a la capacidad de respuesta del cuerpo es compartir y darse cuenta que el dolor es parte de la salda emocional, si no sueltas aquello que te duele estaras toda la vida con dolor, cuando la herida sana deja de sangrar, cuando eres consciente todo fluye. Hay personas que cuando piensan en el recuerdo de algo asociado en su mente puede volver a producirse en la vida, sienten miedo. Por eso muchas relaciones cuando una persona le han herido una vez, sienten que la misma herida vuelve a producirse entonces estan en el dilema de poder abrirse a una nueva relacion. El cambio esta en cambiar el patron asociad a ello.
ResponderEliminar