He leído que más del 17% de los españoles sufren algún tipo
de dolor crónico. Esto supone que más de 6 millones de personas lo padecen en nuestro
país. Los dolores crónicos tienen un diagnóstico complejo y un tratamiento
que debe ser abordado desde múltiples disciplinas porque, no lo olvidemos,
estos males acaban siendo una mezcla de factores físicos y emocionales.
De nuevo estamos ante el viejo binomio cuerpo-mente. Un
camino en dos direcciones.
Por eso, también en este asunto, la hipnosis tiene mucho que
aportar.
El equipo del Dr. Fernando Martínez Pintor, Director del Instituto
Universitario de Reumatología de Barcelona de Policlínica Barcelona, apuesta por técnicas como la relajación y la hipnosis para
mejorar el tratamiento del dolor crónico.
Este doctor recuerda que “una de las ventajas de utilizar
estas técnicas es que el propio paciente puede aprenderlas y realizarlas en
situaciones de aumento del dolor, sin necesidad de contar con la ayuda de un
profesional sanitario”.
Traigo a este blog el ejemplo del Dr. Martínez Pintor porque
no puede estar más de acuerdo con su planteamiento.
Para ser honestos, debo reconocer que no es nueva la
filosofía que nutre esta apuesta por unir en la terapia mente y cuerpo.
En la antigüedad los Rishis en la India
mantuvieron una postura muy sencilla acerca de la relación cuerpo-mente. Estos
maestros del yoga nos indican que todo surge de la mente. Desde este punto de
vista, la mente proyecta al exterior el mundo como si fuera un proyector de
cine. De esta manera nuestro organismo forma parte de la película, al igual que
todo lo que se relaciona con él.
Lo más asombroso para estos maestros del yoga no era que fuéramos
capaces de enfermar o mantener un cuerpo saludable, sino que no fuéramos capaces
de ver cómo lo hacíamos. Ellos mantienen que si pudiéramos observarnos en
silencio, veríamos eso y mucho más.
En fin, los ejemplos de estos planteamientos que relacionan
cuerpo y mente son numerosísimos y aumentarían innecesariamente la extensión de
esta entrada del blog.
Pero no me resisto a recordar lo que proponía Carl Gustav Jung,
cuando afirmaba que en el inconsciente hay fuerzas que intentan curarnos,
porque nuestro inconsciente es nuestro amigo, nos aconseja y orienta. El cofre
profundo donde podemos hallar muchas soluciones.
Así que, amigos y amigas, también frente a las enfermedades
crónicas, actuemos desde el inconsciente con un concepto único de mente-cuerpo.
Sí, como propone el Dr. Martínez Pintor, actuemos mediante
hipnosis.
Excelente articulo, y si es cierto cada vez mas nos damos cuenta que algo que debemos entender que que los sabios de la India, los medicos como swami sivananda, nos hablaban del alma no del cuerpo. En el libro Concentracion y meditacion dice "Dharana o centracion se practica para detener las modificacione de la mente. La concentracion consiste en mantener la mente sobre una forma y objeto con firmeza y por largo tiempo"
ResponderEliminarEn efecto, los sabios de la India y de otros lugares siempre, desde tiempos inmemoriales, han sabido como dominar el cuerpo a través del control y dominio de la mente.
ResponderEliminarAsí nos relata en su magistral obra Mircea Elíade (Patañjali y el yoga):
"Los sabios y ascetas indios, mucho antes de la psicología profunda, se vieron llevados a explorar las zonas más oscuras del inconsciente: verificaron que los condicionamientos fisiológicos, sociales, culturales o religiosos eran relativamente fáciles de delimitar y, por consiguiente, de dominar. Ello hace imposible no tener en cuenta uno de los descubrimientos más grandes de la India: el de la conciencia-testigo, la conciencia desprendida de sus estructuras psicofisiológicas y de su condicionamiento temporal; la conciencia del liberado, es decir, del que ha logrado liberarse de la temporalidad y conoce por lo tanto la libertad verdadera e inefable. Por esta razón ciertos yoguis de la alta antigüedad merecen ser situados entre los maestros espirituales”.
Muchas gracias Horacio por tus aportes.
ResponderEliminarTuve la oportunidad hace unos años de viajar a Bangladesh. A la mañana siguiente de llegar teníamos que vernos con una persona que nos enseñaría unas instalaciones. No sabíamos quién era sólo que nos recogería en el hotel. Para sorpresa nuestra era un señor de más 90 años... y lo típico, le preguntamos ¿Cómo está usted? Y lejos de una respuesta habitual, señalando las distintas partes nos dijo, “si tu cuerpo, tu corazón y tu mente están bien, todo lo demás está bien”
Desde aquel momento esta frase forma parte de mí. Todos los “problemas” que vivimos en nuestra vida diaria se somatizan en el cuerpo. Si uno se observa un poco puede verlo con total claridad.
Gracias,
Antonio