Sobre la regresión hipnótica (I)

Como ya prometí en la anterior entrada de este blog, doy inicio a una serie de escritos sobre la regresión hipnótica, porque el trance hipnótico es una de las mejores herramientas que existen para acceder a recuerdos pasados. A esos recuerdos que el consciente no nos muestra claramente.
Podemos hablar en primer lugar de regresiones en el tiempo: experiencias con recuerdos de la adolescencia, la pubertad, la infancia…
Pero también existen las regresiones a la época intra uterina e, incluso, a supuestas vidas pasadas. Desde un enfoque psico-dinámico, la experiencia de regresión a experiencias intra uterinas o de vidas anteriores se da esencialmente desde dos premisas: que se busque deliberadamente la regresión y sus recuerdos, o que se dé espontáneamente.
Una vez realizadas estas aclaraciones teóricas, llega el momento de explicar cómo y para qué sirve la hipnosis regresiva.
Durante una sesión en la que se esté usando la hipnosis terapéutica, es decir, la hipnosis como técnica facilitadora y optimizadora del proceso de terapia, puede ser de gran utilidad guiar a la persona hacia algún momento de su vida en el que se percibe que hay recuerdos poco claros, dolorosos o que, de alguna manera, estén condicionando su calidad de vida en el presente.
Esos recuerdos poco claros, esos contenidos inconscientes, pueden estar ayudando a mantener una patología actual. Y esto explica también por qué dichos recuerdos se encuentran apartados de la conciencia, puesto que la clave puede ser una amnesia protectora de la que ni la misma persona es consciente.
En este punto de la terapia, el profesional debe preocuparse de abordar con muchísimo cuidado el lenguaje que utiliza, tratando de no sugerir en la memoria del hipnotizado/a ningún recuerdo que pueda ser considerado falso y que corresponda más a lo que se le ha sugerido (sugestionado) conscientemente o no por el que dirige la sesión hipnótica.
Siempre buscando el interés de la persona, siempre contando con su aprobación para buscar la solución al problema y una vez en estado de hipnosis, se la lleva a rememorar el momento o las circunstancias en las que pudo suceder aquello que se quiere recordar. O, de la misma forma, se la expone al estímulo que le genera ansiedad.
En estos casos, el profesional suele optar casi siempre por disociar al paciente del recuerdo traumatizante, puesto que suele ser lo más efectivo para la terapia.
Los clínicos expertos en estas regresiones hipnóticas afirman que cualquier recuerdo que pueda surgir en las mismas se debe de considerar solamente como un producto de la mente. Un producto de la mente que, según ellos, se puede ajustar a la realidad o bien que puede haber sufrido algún tipo de distorsión, ya que la investigación ha constatado que la memoria tiende a alterar o mezclar imágenes cuando ha transcurrido un cierto tiempo.
Dicho de otro modo, esto significa que los recuerdos pueden ser ciertos o puras fantasías, que pueden ser ajustados a lo sucedido en el pasado o poco precisos.
Lo cierto es que los hay que tienden a conceptuar los recuerdos obtenidos con la hipnosis como muy fiables (aunque en realidad no se ajusten completamente a lo ocurrido en tal momento del pasado), mientras que también los hay que otorgan poca fiabilidad a lo que se recuerde en hipnosis.
¿Importa para la terapia si el recuerdo se ajusta a lo que ocurrió?
Lo que suele afectarnos, para bien o para mal, no es realmente lo que sucedió, sino la memoria contenida de tal evento, con todas sus distorsiones. Así que habrá que trabajar (abreacción) en la dirección apropiada para liberar esos recuerdos que falsean la experiencia vivida.
Por lo tanto, desde el punto de vista psicológico, es cierto y evidente que lo recordado en estado de hipnosis puede ser o no cierto históricamente hablando. Pero siempre será cierto psicológicamente hablando. El clínico avisado debería recordar lo que decía Carl Gustav Jung cuando afirmaba que “tan real es un ladrón como un fantasma para el hombre que teme a ambos”.
El trance hipnótico aporta una gran ventaja al sujeto hipnotizado a la hora de afrontar esos posibles recuerdos traumáticos, puesto que le facilita un clima de relajación y bienestar profundo, así como un entorno mental de gran receptividad y concentración para acceder a los contenidos del inconsciente, tanto a aquellos almacenados y que más o menos recuerda en estado de vigilia, como a los desconocidos por el consciente.
Respecto de la influencia de la hipnosis para la afloración de recuerdos ocultos, no puedo dejar de señalar que, en algunos sujetos muy receptivos y sugestionables al trance, se activa la llamada hipermnesia (memoria oculta) de tal manera que se recuperan recuerdos, imágenes, emociones y hasta sensaciones de otros tiempos. Bien sean reales o ficticios, estos recuerdos de supuestas vidas pasadas emergen a veces con gran fuerza y con una extraña sensación de ser algo propio.
La hipnosis también permite abordar estos recuerdos traumáticos mediante disociación (verlo desde fuera, como si fuera una pantalla cinematográfica), para hacerlos más soportables.
La hipnosis regresiva, por tanto, no es una técnica que instaura los recuerdos, sino un método para facilitar que puedan ser recuperados para afrontarlos con mayor madurez o seguridad, ya que la persona tiene ahora unas capacidades para superarlos de las que carecía cuando le sucedieron aquellos hechos.
Tampoco quiero dejar de indicar, sobre la realidad o invención de esos recuerdos, que existe un hecho irrebatible: nada puede salir de la mente que no haya entrado antes. Puede salir mezclado y confundido, caótico y casi irreconocible. Sí, pero si sale es porque antes ha entrado.
A mi juicio, esto es irrebatible y tira por tierra muchos razonamientos teóricos referidos a algunos contenidos del inconsciente como falsos recuerdos. En otras palabras, si del inconsciente, de la memoria, surgen esas imágenes y recuerdos, es porque antes han entrado. Y, si salen, será por algo y con algún significado.
El verdadero terapeuta, el auténtico profesional de la psicología, debe saber canalizar y actualizar esos contenidos para darles un significado dentro de la problemática del paciente y así poder utilizarlos terapéuticamente para que se conviertan en elementos curativos y sanadores. Evadir esa responsabilidad de acompañar al paciente en lo que éste vea, sienta o recuerde (con la excusa de pueden ser falsos recuerdos que deben ser psicoanalizarlos) es impropio de un verdadero psicólogo que esté realizando psicoterapia.
Si la persona lo ve y lo siente y, por lo tanto, de alguna manera le perturba o afecta emocionalmente, por pura lógica hay que darle una salida. Hay que encauzar eso que la persona ve y siente hacia la resolución de sus contenidos, hay que comprenderlo, incluso aunque sea sólo una metáfora y contenidos simplemente imaginados, puesto que algo intentan liberar, muestran una insatisfacción, alguna cosa explican. Y si bien no hay que tomarlos obligatoriamente como reales, sí es real su simbolismo y el mensaje que transmiten.
Por todo lo dicho, la terapia de regresión hipnótica a vidas pasadas es altamente enriquecedora, curativa y sanadora.
Y hasta aquí mis reflexiones sobre la regresión hipnótica, que continuarán en nuevas entradas de este blog.
Aquí debajo os dejo otro modelo de regresión hipnótica a (posibles) vidas pasadas.
Animaos a seguir la grabación… ¿Qué perdéis?
Y después me contáis qué tal os ha ido.


8 comentarios:

  1. Por fin, Horacio como agradecerle ha sido una experiencia maravillosa, aunque me costó salir del trance. Tuve mucho miedo al abrir aquella puerta de color negro, entré, no estaba disociada, sentir la verguenza uff..., pero finalmente el inconciente me mostró una respuesta, no esperada por cierto, aún estoy confundida...pero tranquila, satisfecha. Gracias

    Carmen Gloria

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    1. Carmen:

      Me alegra enormemente tu relato experiencial...

      Se trata de eso, ver, recordar y evaluar...

      Nos puede dar un poco de miedo recordar cosas desagradables del pasado... sí pero las recordemos o no, lo que está dentro en la memoria a nivel inconsciente nos afecta en algún nivel, seamos o no consciente de todo eso...

      Por lo tanto, lo más inteligente es abordarlo consciente y voluntariamente...

      Con la ventaja de que ahora sabemos y podemos más que cuando nos sucedió aquello, sea lo que sea...

      El yo adulto actual puede ver -disociado por ejemplo- aquello que le ocurrió a su yo más joven...

      Si el yo más joven lo sufrió (en caso de ser experiencia negativa) por pura lógica, el yo que ha sobrevivido a aquello y ha asimilado y sabe más experiencialmente, puede relativizarlo y trascenderlo desde su yo adulto actual...

      Te agradezco tu testimonio y tenerte como compañera de investigación...

      Un saludo y que pases una bonita semana.

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  2. Llevamos mucho tiempo marcando la diferencia entre falsos y verdaderos recuerdos. Hay muchas teorías y por mucho que queramos clasificarlos, sean o no falsos, para nuestra mente son verdaderos y eso es lo que tenemos que tener en cuenta.
    Un falso recuerdo es una una realidad para motivar nuestra conducta. Un abrazo y gracias por tus grandes aportaciones. paco Vara

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    1. Gracias Paco, estamos de acuerdo...

      Creo que pronto nos veremos por esas nuestras tierras andaluzas...el 16 estare en Cordoba impartiendo una conferencia y tal vez un taller...

      Despues por Granada mi tierra de nacimiento...

      Un fuerte abrazo amigos...

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  3. Oí no hace mucho tiempo que las personas bajo hipnosis mienten y además mucho, que lo que dicen que ven y recuerdan no son más que experiencias vistas en la televisión, en el cine, cosas que oyeron e incluso cosas de su imaginación.
    ¿que me puede decir de esto, es verdad o falso?

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  4. Por cierto, me gusta mucho este post.

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    1. Sí, en hipnosis es uno perfectamente consciente, si cabe más que en estado "normal" o de vigilia... por lo tanto se puede mentir como habitualmente hacemos.

      Lo que uno ve o recuerda no tiene nada que ver con lo visto en TV o en el cine, eso son embustes de los clínicos que están en contra de la regresión, ellos sí que mienten cuando hacen esas afirmaciones.

      Lo que la gente recuerda o ve son mezclas de cosas vividas (criptomnesia) o simplemente cosa vividas por ellas (reencarnación), fabulaciones inconscientes, metaforas de su propio inconsciente, etc.

      Hay muchas explicaciones y todas pueden tener algo de verdad...

      La mente, la psique es el gran enigma, el que afirmen algo dogmaticamente es un iluso.

      Lo importante no es si la experiencia es real o no, historicamente hablando. Lo importante es la pregunta: ¿Para qué me envía mi inconsciente estas imágenes y emociones?

      Gracias por la deferencia.

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  5. Tremenda experiencia :)Imágenes no esperadas pero que han dado en el clavo con un problema presente que parece repetirse cada cierto tiempo..Muchas gracias Horacio. Es una pena que me haya perdido el curso de esta año de hipnosis en Madrid, espero que decidas hacer otro pronto. Un abrazo. Rosanna

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