Personajes y personajillos




Es tal la cantidad de envidiosos y mediocres que habitan este país,
que si volaran cubrirían el sol y viviríamos a oscuras
(Carlos Garmendia)

Hace unos años me llegaron noticias desde una venerada institución representante de la alta magnificencia intelectual; desde una de esas instituciones que cuentan con rocosos basamentos científicos. Era el insigne Colegio Oficial de Psicólogos de Valencia.
Supe que don Antonio Capafons y uno de sus adláteres, un tal Luis si no recuerdo mal, habían enviado un correo electrónico a un centro que organizaba un evento a nivel nacional en el que yo iba a participar con una conferencia sobre la amplia tecnología hipnótica y sus usos.
Estos ínclitos varones, al igual que modernos Torquemada, vomitaron en su escrito inequívocas y sorprendentes descalificaciones acerca de mi persona y de mis actividades en el manejo de la metodología hipnótica.
Una vez superado un primer momento de estupor, me pregunté:
-       ¿Tan importante es mi conferencia y tanto miedo causo en las altas instancias clínicas que nada más y nada menos que hasta el reverenciado e insigne don Antonio Capafons y uno de sus monaguillos se están tomando la molestia de bajar de las altas esferas de lo etéreo para ocuparse de la labor divulgativa terrenal de este humilde hipnoterapeuta, "lego además" según su escrito? ¿Algo temerán, algo envidiarán?
Les salio el tiro por la culata, porque no sólo impartí la conferencia, sino que la dirección de tal evento me publicó mi último libro: Hipnosis,Teoría y práctica.
No es por quitar mérito a su labor, la verdad, pero yo no me preocupo en absoluto de ninguna de sus actividades. Es más (y perdón por la frase, amable lector), me importa un pepino y considero que al existir la libertad de expresión (Artículo 20 de la Constitución) no solamente puedo dar cualquier tipo de conferencia, curso, charla, coloquio o escribir libros sobre el tema (llevo publicados cuatro), sino que realmente tengo derecho constitucional a que nadie me lo impida.
Es decir, que al margen de la poca altura moral e intelectual que están demostrando con su denuncia, pienso sinceramente que además están violentando ese artículo constitucional de la libertad de expresión que me ampara.
¿Qué diablos le importa lo que yo haga o deje de hacer?
¿Qué siniestras intenciones ocultaban con su correo?
¿Influir en los organizadores de aquel evento para que, asustados por la autoridad de todo un Colegio Oficial de Psicólogos de Valencia, me negaran intervenir en aquella conferencia?
Estos dos personajes, estos dos personajillos se arrogan la potestad de decidir qué se puede y debe publicar y practicar acerca de la hipnosis. Y, aún más, en el colmo de la prepotencia, pretenden tener en su mano la capacidad para decidir si yo estoy no capacitado para estos menesteres.
Por supuesto, sin saber por experiencia propia lo que hago y como lo hago.
Los que se dicen científicos actuando con prejuicios propios de inquisidores medievales...
Algo han cambiado los tiempos y ya no me pueden mandar a la hoguera.
Sin embargo, se arrogan la potestad de velar por la salud del público interesado en esta técnica para decidir qué puedo dar y qué no puedo dar en mis conferencias.
¿Quién les ha dado potestad a estos señores para enviar correos en mi contra? ¿Quién les ha hecho creer que pueden controlar y censurar mi labor de práctica y divulgación de la hipnosis allá donde yo quiera y tenga quien me escuche?
Lector de este blog, saca tus conclusiones. Igual eres de los que piensa que estos dos tienen razón.
Pero yo no me cansaré nunca de advertir sobre el hecho de que hacer comentarios, críticas y descalificaciones sobre mi persona y mi labor profesional con la hipnosis cuando no conocen mi trabajo, ni mis métodos, ni mi enfoque, es propio de gente que actúa llena de prejuicios. Y nada hay más contrario al método científico que los prejuicios.
Entre otras críticas, me quieren crucificar porque dicen que soy un ‘lego’, es decir, que no soy psicólogo oficial. Como si un título colgado en una pared fuera la única garantía posible de que se posee conocimiento psicológico.
La conclusión a la que llego es que, en su estrechísimo planteamiento, solamente desde la Universidad de Valencia, a la que ellos pertenecen, se puede definir lo que es la psicología y, al parecer también, la hipnosis. Porque, claro, cualquier otra institución, a la que ellos no pertenecen, no puede capacitar para estas labores.
Por tanto, a los dos citados les importa poco cuál es mi trayectoria profesional o mi formación.
Es muy sencillo: si no tengo un titulo expedido por ellos, no soy psicólogo, y si no soy psicólogo, no sé realizar terapia ni, mucho menos, hipnosis.
Y por más que lo busco, no sé dónde está escrito que no pueda yo hablar, escribir y dar cursos sobre hipnosis y PNL.
¿Qué organismo oficial, qué institución humana o divina le ha dado al señor don Antonio Capafons autoridad y poder para decidir si yo puedo o no dar charlas sobre hipnosis?
La autoridad se tiene fundamentalmente por prestigio y, a falta de éste, se escudan en el Colegio Oficial de Psicólogos de Valencia.
¿Qué autoridad puede tener el citado colegio en el campo de la hipnosis y sus múltiples usos? ¿Qué autoridad y prestigio tiene ese colegio entre el público en general y los profesionales académicos en particular? Pues como cualquier otro, digo yo.
Que yo sepa ninguna, es decir, como cualquier otro.
Y ya que estoy contando estas desagradables experiencias, sufrido lector, continuaré con otros ejemplos en el mismo sentido.
Hace tiempo me llamo don Mario Araña, psicólogo forense de Tenerife, contándome que él y otros colegas estaban muy implicados en prohibir por Decreto Ley la práctica de la hipnosis regresiva. Me contó que el principal motivo era que la entienden como una práctica iatrogénica. 
 Iatrogenia, también llamado acto médico dañino, es el acto médico debido, del tipo dañino, que a pesar de haber sido realizado debidamente no ha conseguido la recuperación de la salud del paciente, debido al desarrollo lógico e inevitable de determinada patología terminal. Este acto médico tiene resultados negativos temporales, debido a factores propios de la patología enfrentada o a factores propios, peculiares y particulares del paciente (ya sea su hábito constitucional, su sistema inmunológico, su forma de reaccionar o disreaccionar, o cualquier factor desconocido pero evidentemente existente, o sea idiopático).

Afortunadamente y para bien de la libertad de expresión en general y de la ciencia en particular, no lograron sacar adelante este decreto prohibitivo.
Pero, pese a todo, hace tiempo, cuendo impartía yo un curso de Hipnosis Terapéutica y Patrones de Cambio en PNL en Valencia (feudo de mitómanos clínicos y no clínicos, véase a la Sociedad de Hipnosis Profesional, por sus siglas SHP), la persona responsable del centro donde yo impartía tal curso recibió una llamada donde se la amenazaba con una multa de 3.000 euros si yo impartía tal curso y especialmente la regresión hipnótica a vidas pasadas... Le advertían de que estaba prohibida por Decreto Ley. Al menos, eso dijo la voz femenina que llamaba en nombre de la SHP. Aunque, eso sí, posteriormente el director o fundador de tal asociación, Ángel Mateo, me llamó por teléfono y me aseguró que ellos no habían cometido tal bajeza y no habían vertido tal mentira evidente. La voz femenina que hablaba en nombre de la SHP dijo además que ellos se ofrecían a seguir con el curso una vez que me hubieran despedido a mí. Tal cual lo cuento. Hace tiempo a otros conocidos míos, psicólogos oficiales, también les paso algo parecido en Valencia...
En fin, muchos ejemplos tan desagradables como estos. ¿Y por qué estoy perdiendo tiempo en ocuparme de las bajezas intelectuales de estos patéticos clínicos?
Pues publico todo esto en mi blog porque me acaba de volver a ocurrir. Mi entrañable amiga y ‘manager’ en Canarias, Juanate Gil, me ha comentado muy preocupada que también en esas islas hay otro mitómano, mentiroso y ruin que está intentando que yo no imparta conferencias públicas sobre hipnosis, ni mucho menos pueda llevar a cabo un magnífico curso de hipnosis y patrones de cambio en PNL...
El caso es que un amigo interesado en hacer mi curso, me comunica que alguien en nombre del ‘Colegio de hipnologos’ (¿?) ha llamado a otra amiga que comparte un curso con él en Telde, diciéndole que yo no estoy autorizado en impartir esos cursos de hipnosis y PNL.
Otra vez atacan mi actividad profesional. Primero desde el Colegio Oficial de Psicólogos de Valencia, después supuestamente desde la Sociedad de Hipnosis Profesional (en su nombre hablaban por teléfono) y ahora otro personaje de un inexistente ‘Colegio de Hipnólogos’.
Cuánta bajeza y cuánta mentira.
¿Por qué pretenden con estos miserables comportamientos que yo no pueda ejercer mi profesión libremente, tal y como me ampara la Ley, y tal y como he hecho durante 30 años?
Lector, puedes sacar tus conclusiones.
Con estos personajes estamos perdiendo una magnífica oportunidad de unirnos todos, clínicos y no clínicos, para compartir nuestros trabajos y experiencias, unirlas, sintetizarlas, crear una asociación de todos los que trabajamos profesionalmente con respeto y dignidad en la hipnosis, para enriquecernos mutuamente y dar a los pacientes y clientes lo mejor de nuestra propia experiencia compartida.
Los clientes, pacientes y alumnos saldrían ganando.
Allá cada cual con lo que haga y cómo lo haga. La vida y el tiempo pone a cada uno en el lugar que le corresponde y nadie es más que nadie.
Lo escribo sin dudarlo: nadie sabe más que nadie en esto de la hipnosis.Hay muchas escuelas, teorías, técnicas y métodos. Todas son respetables, todas enseñan y aportan algo.
No puede admitir que sólo sea aceptable lo oficialmente científico y que el resto sean técnicas iatrogénicas.
Tenga tantos y tantos amigos, clientes y alumnos que siguen mi trabajo y me enriquecen, con su confianza y con su amistad… que no puedo dejar que estos señores me aparten de mi camino.
Así que, sintiendo dar un disgusto a algunos, próximamente impartiré un curso de Hipnosis y Patrones de Cambio en PNL en Las Palmas de Gran Canaria.
Y si el ‘Colegio de hipnólogos’ finalmente existe y se atreve, que intente impedirlo y venga personalmente a intentarlo. Que no tema quien sea el que llamara, simplemente le permitiré asistir como alumno y verá qué excelentes momentos viviremos todos, compartiendo y aprendiendo a hipnotizar y realizar cambios positivos.
Ay, señor, señor... ¿Cuándo me llevarás contigo?
Y acabo acordándome de esa famosa frase:
-       Ladran, luego cabalgamos.

3 comentarios:

  1. Estimado Horacio.
    Nos nos queda otra de seguir escuchando nuestra intuición y corazón, siendo unos herejes del lobby de la racionalidad cartesiana. Tendrán Envidia? Sed de Poder ? Peligran las arcas del Lobby ? Pues espero que tus libros sean futuros best sellers y si no es asi porque el sistema de marketing Español no es el mismo que el que se pudo benéficiar Brian Weiss en Estados Unidos, pues para mi pienso y opino que eres la élite de la psicoterapia de este país, como Messi al Barça! Un sabio crack con dos pelotas! Jaja! Saludos! Julián.

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  2. Todos los ilustres y grandes pensadores siempre tuvieron detractores, y, por otra parte, ese grupito de endiosados que como ve que no sigues el camino marcado por ellos ya no eres de los suyos y van a por ti, y con más ahínco aún si encima saben que nunca llegarán a ser tan buenos como tú.

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  3. Lo que me respondió Ángel Mateo en su blog:
    http://www.centrodehipnosis.es/blog/116-a-proposito-de-personajes-y-personajillos-horacio-ruiz

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