Saber todo de todo

Un lector de estos menesteres a los que yo me dedico, es decir la hipnosis y todo lo que tiene que ver con ella (¿que qué es lo que tiene que ver con ella…? Pues la mente, la Psicología, el psiquismo en general), me preguntaba hace poco acerca de pruebas científicas constatables que demostraran la realidad de la regresión a vidas pasadas.

En otras palabras, me pedía que yo le dijera o indicara si a mí, como profesional de más de 30 años de ejercicio y conforme a mi experiencia con la Hipnosis, con la hipnosis regresiva a vidas pasadas, me constaba que la reencarnación existe.

Él se tiene por científico ortodoxo y, según la ciencia, no hay evidencia de que una persona pueda recordar una vida anterior.

Este hombre me reconoció que tenía algún conflicto interno, que estaba experimentando algunas percepciones ‘extra sensoriales’ a las que no podía dar una explicación. A esto se sumaba un recurrente sueño de tipo premonitorio, porque había soñado varias veces con un familiar, que caía enfermo y eso le inquietaba.

Y su inquietud aumentó cuando ese familiar terminó en el hospital y tuvo que ser operado de urgencia. De hecho, casi no salió de la operación y además, durante la estancia hospitalaria, cogió una pequeña infección que agravó su enfermedad. Por cierto, que el otro día escuché en la televisión que anualmente más de 4.000 pacientes cogen infecciones en los hospitales.

Bueno, a lo que íbamos...

Podríamos plantear como esquema general del asunto que este amigo lector tenía una especie de conflicto entre sus creencias científicas, entre lo que la ciencia le ha enseñado sobre lo que es verdad y lo que no los es, y entre aquello que pertenece a las tradiciones antiguas, a los mitos, a las supersticiones. Todo eso que se encuentra en diversas creencias.

Los autotitulados científicos no aceptan en sus paradigmas la creencia en la reencarnación y nadie en ese entorno se atreve siquiera a plantearla para su investigación.

Pero yo estoy convencido de que muchas cosas cambiarían si dejaran de lado parte de sus prejuicios.

Si un médico, por ejemplo, se atreviese a realizar terapia regresiva a vidas pasadas a 800 de sus pacientes durante varios años y comprobara que siempre, sin excepción, eso les ayuda a resolver sus miedos, conflictos y dolencias, tanto del cuerpo como del alma.

¿Qué crees tú que ocurriría? A ti te lo pregunto, a ti que ahora me lees… ¿qué ocurriría?

¿Qué pasaría con esas 2.400 sesiones? Porque serían nada menos que 2.400 sesiones (800 pacientes por 3 sesiones de promedio dan, si Pitágoras no mentía y las matemáticas no fallan, 2.400 sesiones regresivas)

¿Qué cree el lector que le diría el estamento médico-científico a tan atrevido doctor? ¿Qué le dirían sus compañeros?

Le dirían algo parecido a esto:

-       Oiga, respetable colega, estamos comprobando a través de nuestras investigaciones y a través del seguimiento de su excelente trabajo con la regresión que su método funciona como terapia. Estamos comprobando, ya que hemos creado un comité de sabios; médicos, psicólogos, psiquiatras, etcétera, que en estas 2.400 sesiones de regresiones a vidas pasadas nadie ha emitido la más mínima queja. Al contrario, todos están contentos y felices de haber solucionado sus problemas... Queremos, querido colega, que usted nos enseñe su método, porque si a usted y a sus pacientes le está dando tan buen resultado, nosotros, el resto de los científicos, queremos ayudar y servir a nuestros semejantes. Por favor, querido colega, enséñanos lo que haces y cómo lo haces, queremos curar y sanar como tú estás haciendo con esta técnica que, además, es barata, no cuesta esfuerzo apenas, ahorra miles de euros en medicamentos a la Seguridad Social, es decir al Estado, y...

Bueno... quiero creer que eso es lo que le dirían.Eso sería lo normal y lo lógico, y hasta de sentido común (parece ser que es el menos común de los sentidos).

Pero no. Los perillanes académicos engreídos y mitómanos, cuando no envidiosos, sin saber nada de lo que este doctor hace, sin haber hablado ni con un solo paciente para evaluar de primera mano el sistema, autotitulándose de protectores de una buena praxis médica. Al final, simplemente denuncian la labor de este médico y le prohíben seguir con su labor sanadora.

¡Ay, si Galeno levantara la cabeza!

Lo tengo que decir, con perdón: me fío menos de los perillanes académicos y sobre todo de los clínicos y psicólogos de diferente pelaje (cognitivo-conductuales o de otras escuelas) que de un mono ‘despendolao’ en época de celo y con una navaja barbera cerca de mí... Siempre están con frases en la boca del tipo ‘eso no está admitido o aceptado... por la ciencia’.

Pero si la Historia nos enseña algo, no podemos olvidarnos de lo que le dijeron a Galileo cuando le iban a dar chicharrón si no se retractaba de ese supuesto disparate que el mantenía, aquello de que la Tierra no era el centro del Universo, sino un planeta más que gira alrededor del Sol.

En fin. Nada hay científico, estimado lector, así que aclara tus dudas, despeja tu cerebro, respira profundamente y sé feliz, si puedes....

Es cuestión de proponérselo.

¿Quién puede demostrar la existencia de dios? ¿La ciencia, los científicos?

Nadie, creo yo, al menos de momento. Y, sin embargo, la existencia de Dios es, junto con la reencarnación, la creencia más antigua y universal del mundo. Compartida por todos los pueblos, por todas las civilizaciones, culturas, filosofías...

Y para ser más simple y hacer una pregunta de andar por casa, vamos, de esas que hasta el más simple de entendimiento puede contestar:

¿Quién me puede demostrar objetivamente que existe el pensamiento?

O aquello tan nombrado por la ciencia: ¿quien ha visto alguna vez la energía separada del movimiento?

Ahora bien, tiene que haber un sistema o método para salir de dudas, estoy seguro.

La respuesta está dentro de uno mismo...

Creo sinceramente que la inquietud y la devoción por el autoconocimiento ante las grandes interrogantes de la vida es el mayor tesoro que un ser humano puede haber traído a la existencia.

¿Quiénes somos, qué razón o significado tiene nuestra existencia, para qué venimos al mundo?

Ya iremos conversando en día venideros.

Un saludo incluso para los que creen que saben todo y de todo.