Dos respuestas para la psicóloga Alicia Alonso

Con toda generosidad, la psicóloga Alicia Alonso está dirigiéndome interesantes comentarios en este blog. Como creo que merece la pena extenderme en su contestación, he decidido dedicarle esta entrada. El título no es muy original, aunque sí ilustrador (todo no puede ser en esta vida).

Bromas al margen, trataré de dos asuntos: el hipnotismo a distancia y la Psicología transpersonal.

HIPNOTISMO A DISTANCIA:

He leído la siguiente reseña del libro 'Hipnotismo a distancia' 

“Uno de los mejores libros de Paul C. Jagot, en los que explica accesible y detalladamente una poderosa técnica mental para influir profundamente sobre las demás personas sin que estas lo adviertan. Nadie puede resistirse a la acción invisible de este procedimiento parapsicológico. Todo el mundo puede transmitir o sufrir la imposición del pensamiento. Telepsiquia. Emisión prolongada y renovada. Acciones mentales a distancia. Para influir sobre cualquiera sin que él lo sepa. Condensación de la energía psíquica. Procedimiento para provocar un estado de hipnosis. Para prevenir y modificar una decisión molesta. Donde la palabra ha fracasado, el pensamiento puede triunfar. Para preservar o proteger a alguno. Las formas-pensamientos. El factor tele psíquico en la trama del destino. La telepsiquia y los negocios. Despotismo y servilismo. El amor y la telepsiquia. La comunicación tele psíquica de los sentimientos. La emisión diaria. El tratamiento de las enfermedades por acción mental. Para combatir las malas influencias”.

Así que, según se explica, sería algo así como 'acción del pensamiento a distancia' sobre alguien, una persona se supone, porque sobre un objeto inanimado sería imposible. No veo a los coches por la labor, la verdad.

Tele = distancia. Psíquica = mente. Lógicamente, si aceptáramos como posible lo que cuenta o escribe este autor sobre la acción del pensamiento sobre la mente o voluntad humana, tendríamos que aceptar que nos hallamos ante un ser casi único y con unos poderes extraordinarios para manejar a los otros individuos. 

Ahora bien, si este individuo tuviera este poder... ¿acaso perdería el tiempo en escribir un libro y en contar sus secretos a todo el mundo? Si fuera cierto y si fuera posible tal poder en un individuo, tendríamos al único gobernante del mundo y se acabarían los líderes religiosos y políticos. Ahí estaría el tal Jagot controlando a las naciones, individuos y demás servidumbres.

Hemos dicho muchas veces que la realidad del hipnotismo consiste, precisamente, en que se necesita la cooperación del individuo para poder ser hipnotizado. Es decir, que toda hipnosis es auto-hipnosis.

No cabe ninguna duda de que es el hipnotizado el que acepta las sugestiones del hipnotizador ("Mira mis ojos" o un péndulo o la lámpara del techo o… y "ahora, a medida que voy contando del diez hacia el cero, tus párpados se irán cerrando, cansados y pesados, muy pesados, se van cerrando…10, 9, 8, se cierran cada vez mas pesados…” Debido al cansancio ocular, a las sugestiones de peso y sopor, por ejemplo, al final la sugestión surte efecto y los párpados terminan cerrándose y aparece la sensación de pesadez sugestionada por el hipnotizador).

¿Cómo sucede todo? ¿Ha sido el poder del pensamiento del hipnotizador sobre la voluntad del hipnotizado? ¡No!.

Simplemente éste ha aceptado las sugestiones y utilizando su propia imaginación, se ha auto hipnotizado. En otras palabras, que si se hubiera negado a aceptarlas, simplemente no hubiera funcionado el proceso hipnótico.

Es posible que haya gente, individuos llamados en la tradición esotérica 'iniciados', que tengan poderes de telepsiquia, clarividencia y hasta precognición. No seré yo tan soberbio, por no decir estúpido psicológicamente hablando, de negar esta posibilidad. Es más, estoy seguro (aunque no puedo demostrarlo) de que tiene que haber individuos dotados, verdaderos paragnostas (parapsicología): personas con capacidad de experimentar la experiencia de salir del cuerpo conscientemente (desdoblamiento astral), de recordar vidas pasadas, de experimentar el recuerdo intrauterino, de tener sueños y visiones premonitorios, de ver el aura y prever acontecimientos importantes.

Sin ir más lejos, ¿qué era realmente Julio Verne?. Gran parte de lo que escribía, de lo que aparentemente eran sólo sus fantasías y su imaginación, se fue convirtiendo en realidad con el tiempo.

Ahora bien, concederle estos poderes a la técnica perceptual-motriz que es la hipnosis, me parece una broma propia de mentes calenturientas. Esto sólo puede ser aceptado por quienes nunca han practicado la hipnosis con regularidad y mucho menos profesionalmente.

Si algún lector conoce una técnica hipnótica que demuestre lo que dice Jagot, estaré encantado de corregir este escrito y ser yo el primero en ofrecerme como conejillo de indias.

PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL:

También me ofrece la psicóloga Alicia Alonso en uno de sus comentarios una magnífica explicación histórica del devenir de la Psicología y cómo ésta se deriva de la Filosofía. En el curso de la historia, la Psicología nunca se ha hallado a un nivel tan bajo como en estos tiempos modernos. Y eso que ahora nos encontramos con la paradoja de que se habla de Psicología y de diferentes psicoterapias quizá más que nunca en la historia. 

La Psicología ha perdido todo contacto con su origen y todo su sentido. Hoy en día resulta difícil definir el término Psicología. ¿Qué significa realmente esta palabra? ¿Qué estudia? ¿Para qué sirve? Cuando alguien sale de la universidad con su flamante título de psicólogo, ¿sabe realmente Psicología? ¿Sabe realizar psicoterapia conducente a solucionar los problemas demandados por el paciente de turno?

Me temo que no. El eminente antropólogo y psicólogo Luis Cencillo lo dejó bien claro en unas jornadas sobre simbología de los sueños celebrada hace años en el Ateneo Riojano cuando afirmó que nadie sale de la Facultad de Psicología sabiendo hacer terapia. 

Resulta patético ¿verdad? Si después de varios años de estudio y preparación, la Universidad no enseña a hacer terapia, entonces ¿Qué enseña y para que sirve la Facultad de Psicología?

La respuesta será que, tal vez, aunque mantenga el nombre de Psicología, realmente no lo es. Yo creo que los perillanes académicos nos engañan. Tiene el nombre de Psicología, pero es otra cosa.

¿Qué es? No lo sé. Y como no me van a pagar por averiguarlo, ni me molesto en hacerlo. Por supuesto que sé lo que es la verdadera y legitima Psicología. Es fácil, cualquiera puede saberlo.

La Psicología existe bajo dos categorías principales. La primera, la que entiende la Psicología como las teorías o escuelas que estudian al ser humano, al hombre y la mujer, tal y como dichas teorías lo suponen o lo encuentran al estudiarlo. Es decir, hablo de la llamada Psicología oficial (no le admito el calificativo de ciencia). Más de seis escuelas o supuestos teóricos y mas de 300 formas de hacer psicoterapia. ¿Cómo va a ser esto una ciencia? Más bien es un cachondeo mental.
La segunda categoría estaría integrada por las doctrinas que estudian al ser humano no ya desde el punto de vista de lo que es, o de lo que parece ser, sino desde el punto de vista de lo que puede llegar a Ser, es decir, desde el punto de vista de su evolución posible.
Esta última corriente es la más antigua y la más original. Este enfoque permite realmente comprender el verdadero significado de la Psicología. La conclusión a la que podemos llegar entonces es: 

“La psicología es el estudio de los principios, leyes y hechos relativos a la posible evolución del hombre”.

Cuáles son esos principios y esas leyes unidas a los hechos, es otra historia que tal vez contemos algún otro día.
Antes de acabar, gracias Alicia por tus comentarios.
Y ahora sí, con perdón, me voy a psicoanalizar un poco.